Hoy iré a visitar a mi hijo a un sitio donde me prometí jamás irlo a visitar, la cárcel. Las razones de su detención y encierro fue el haberlo encontrado dormido en un parque público, si en un parque público. El solo hecho de saber que lo encontraron dormido en un parque, me dio mucha tristeza. Mi hijo ha decidido hacer su vida en la calle, esta decisión ha sido muy difícil para mi aceptar. No la entiendo, no la puedo aceptar, sin embargo, es su decisión y es mayor de edad.
La vida de una madre que tiene un hijo/hija con problemas de adicción y mentales es muy diferente a la vida de una madre con sus hijos “normales” haciendo cosas “normales” como estudiar, compartir, socializar, en fin. Es una vida llena de ansiedad (no sabemos qué va a pasar) y depresión (recordamos y nos preguntamos que hicimos mal, o que pudimos haber hecho diferente). Esto sin entrar en detalles en la repercusión en los demás miembros de tu hogar, familiares, compañeros de trabajo y amistades.
He decidido levantar mi voz (letra) y compartir mis vivencias en esta situación, lo hago para desahogarme y al mismo tiempo dejar una chispa de esperanza para las madres que en algún momento se encuentren en situaciones similares a la mía sepan que solas NO están.
Cada caso, historia es diferente. Lo que tenemos en común es como nos sentimos.
En mi caso, hago lo mejor que puedo para estar ocupada. Recordándome que necesito cuidarme, es muy triste este tipo de situación, la mente siempre está llena no importa como trates de distraerte. He tomado clases de, yoga, meditación, participo en varios grupos de ayuda, ALA NON, NAMI, pero no importa a donde mires veras una persona de la edad de tu ser querido, o quizás te tropiezas con indigente y vuelves a tu historia
NAMI ha sido de mucha ayuda para mí, he aprendido a calmarme, a enfocarme, además he conocido madres, padres, hermanos e hijos de personas con enfermedades mentales quienes desde el silencio del tabú, discriminación, estigma levantan la voz para ser algo más que palabras, avocarse para ayudar a su ser querido.