Hoy veo con mucha nostalgia, tristeza y a veces desesperación la situación de Venezuela. Entrar a twitter para ver las noticias es como ver la misma novela, pero cada vez con más crímenes y desgracias. Me desespera saber que tengo personas queridas allá sin poder hacer nada. Sus historias son tristes, no consiguen medicamentos, comida, los servicios están totalmente destruidos, muchos hundidos en la depresión. Es fuerte.
Yo recuerdo cuando decidí salir de Venezuela, todos me decían que nada iba a pasar, que no necesitaba tomar una decisión tan drástica. Pero todo ya había cambiado en mi mente desde el día que mi hija me llamo por teléfono de la escuela para decirme “mami la escuela está llena de militares y no sabemos por qué” esa llamada y los rumores de que “Chávez” ganaría tenia a la empresa donde yo trabajaba (empresa australiana) preparándose a nivel de contingencia para cualquier emergencia. El único problema con el plan de contingencia es que NO incluía a los venezolanos, solo a los extranjeros. Recuerdo a mi jefe explicándome y al mismo tiempo me decía “podemos sacarte en una lancha a Trinidad’
Decidí sacar a mis hijos primero. La idea de que yo me fuese y no pudiera sacarlos a ellos después me aterrorizaba. Saque a mi hija, seis meses después a mi hijo (con muchas dificultades pues mi hijo vivía en ese entonces con su padre) pero lo logre. Después de que mi hijo ya tenía 6 meses fuera del país salí yo.
Mi relación con mi madre nunca fue la más bonita y sana, sin embargo, después de hacerla prometerme que mis hijos eran mi tesoro y que por favor los tratara con el amor de abuela que era lo que ellos necesitaban en ese momento, hicimos un trato y entre lo que yo le enviaba mensualmente y la ayuda de mi madre de darles donde dormir y comer me ayudo a poder salir de Venezuela.
Ya mis hijos son adultos, no todo se ha desarrollado yo como hubiese querido (para ser honesta) pero nada puede compararse a lo que estaríamos viviendo en Venezuela en estos momentos.
Tengo un defecto que a veces es una virtud cuando tomo una decisión la sigo hasta el final, digo que es un defecto porque no soy perfecta y he tomado decisiones en mi vida que he tenido que cuestionarme, trato de hacerlo con amor, porque puedo ser bastante fuerte conmigo misma.
Personalmente creo que la situación en Venezuela seguirá empeorando, no veo el interés de las personas que tienen propiedades y dinero en Venezuela arriesgar sus bienes por la libertad, yo deje mi apartamento con todo adentro, lo vendí a último momento y tome lo que me dieron (me robaron, si pero me vine con algo de efectivo) Todavía hablo con venezolanos que me dicen “cuando se acabe esto todo volverá a ser igual que antes” “Venezuela es el país más bello del mundo” la verdad es que Venezuela jamás volverá a ser la misma de antes, yo viví en la Gran Sabana, tengo amistades todavía allí y las historias son terribles sobre la desforestación, destrucción general de las minas de oro y diamantes, masacre y hambre.
Algo que he aprendido con la situación de Venezuela es que “no todo lo que brilla es oro” recordemos que Chávez dijo y repitió constantemente lo que la gente quería oír. La gente se alegraba de oír lo que muchos veían como justo y necesario, le creyeron y terminaron hundidos en las palabras y promesas de un gran farsante.
Cada día se ve más claro como la falsa oposición baila al son de Chávez, muchos hablan de su “legado” como ciegos ante la muerte de niños malnutridos, ancianos moribundos, hospitales sin servicios, supermercados vacíos, carros sin repuestos, animales en los huesos deambulando por las calles o zoológicos. Pero ellos viven blindados, manejan carros blindados, comen importado y viven “normalito”. Mantenidos por el régimen, si mantenidos por ellos pues estoy convencida de que la MUD es solo un parapeto necesario para que el régimen pueda mantenerse donde está.
Bandera de Venezuela 7 Estrellas (detalle del escudo) Mi bandera Bandera de 8 Estrellas (detalle del escudo) La bandera del regimen y tristemente la ondea los miembros de la MUD
Hoy más que nunca desearía poder pensar que puedo ir y visitar Venezuela, pero es solo un deseo que lo veo cada día más transparente en mis pensamientos pues lo que fue… ya no es, ni será.