Piense en todas y cada una de las personas que alguna vez le han hecho daño, le han engañado, le han decepcionado, o han dicho cosas desagradables de usted. Su experiencia de ellas no es más que un pensamiento que usted lleva consigo. Esas ideas de resentimiento, ira y odio representan energías lentas y debilitadoras que le discapacitaran. Si pudiera liberarse de ellas, conocería una mayor paz.
El “perdón” es necesario por dos razones. Una es dejar que los demás sepan que usted ya no desea adoptar una actitud de hostilidad frente a esa persona; la otra, liberarse de la energía autodestructiva del resentimiento. El resentimiento es como ese veneno que fluye por nuestro sistema circulatorio causando estragos muchos después de haber sido mordidos por la serpiente.
No es el mordisco lo que nos mata, sino el veneno. Puede eliminar el veneno tomando la decisión de librarse de los resentimientos. Muestre amor de una u otra forma a aquellos que usted cree que le han agraviado, y observara que se siente mucho mejor y experimentara paz, practicarlo mentalmente ayuda. En mi caso personal, fue un acto de perdón hacia mi propio padre, a quien pocas veces en mi vida he visto, conversado, el cambió mi vida transformándola en una vida de conciencia ordinaria a una vida de conciencia.
No hay resentimiento justificado si no desea recorrer ese kilometro extra y gozar de la paz y el éxito interior en cada paso de nuestro camino.
Conviértase en una persona que se niega a sentirse ofendida por nadie ni por nada en ninguna circunstancia. Si ocurre algo que usted desaprueba, afirma por todos los medios lo que usted siente de corazón y, si es posible, contribuya a eliminarlo y luego olvídese de ello.
La mayoría de la gente actúa desde el ego, y en realidad necesita tener razón. Por lo tanto, cuando se encuentre con alguien que dice cosas inapropiadas, o cuando sepa que ese alguien está completamente equivocado, olvide su necesidad de tener razón.
No sentirse ofendido en un modo de decir: Tengo el control sobre el modo en que voy a sentirme, y elijo ser pacifico independientemente de lo que vea que sucede. Cuando usted se siente ofendido, está realizando un juicio de valor: considera que alguien es estúpido, insensible, grosero, arrogante, desconsiderado o necio, y en consecuencia se siente contrariado y ofendido por la conducta. Sin embargo, es posible que usted no se dé cuenta de que, cuando juzga a otras personas, no las está definiendo a ellas, Está definiéndose a sí mismo como alguien que necesita juzgar a los demás.
Pilideas 