Hoy es el cumpleaños de mi querido compañero de vida. Los cumpleaños siempre me han dado nostalgia no solo los míos sino los ajenos también. Es la celebración de un año que ha pasado y las esperanzas del próximo.
Mañana es el cumpleaños de mi hijo, no sé cómo lo enfrentare mi hijo esta desconectado de nosotros, hace ya un tiempo que sus prioridades se han convertido en la necesidad de usar el opio como su alimento de vida. Esta decisión me ha roto el corazón, me ha partido muchas partes internas mías, las fotos de el cuando era solo un niño quedaran selladas en mi mente.
Dicen que llorar es limpiar el alma… creo que mi alma, a pesar de mis lágrimas, sigue en proceso de limpieza. Hay sentimiento que me cruzan en mi mente como “si hubiese hecho o aquello en vez de” y ese sentimiento de culpa que no me abandona como madre.
Hoy hare lo posible porque mi compañero tenga un día estupendo, y mañana hare lo imposible para pasar el día pensando en que los milagros existen y el mío está por llegar.