¡Junio! increíble lo rápido que ha pasado el tiempo.
En enero leí un libro que realmente me ayudó a entender sobre el perdón. Para muchas personas es fácil perdonar (yo pensé que yo lo era) hasta que me vi envuelta en situaciones que me obligaron a recordar, abrir heridas viejas y sentimientos que pensé que habían desaparecido, que ya no existían en mí.
Me sentí hasta cierto punto atrapada, no solo por mis sentimientos sino por la indignación y la repetición en mis recuerdos de que “eso se venía venir” confieso que fue duro para mi aceptar que una persona en quien yo confiaba tendría la osadía de meter a terceros (seres queridos) en situaciones imaginarias producto de una mente paranoica y cruel.
Volviendo al libro… este libro es de origen cristiano (no pertenezco a ninguna religión organizada) con su base en el perdón. Cayo en mis manos en el momento necesario, en mi mente atropellada por eventos inesperados. El libro se llama “Perdona y olvida” por Lewis Smedes.
Comparto con ustedes algunas frases
“Perdonar no borra el pasado amargo. Una memoria curada no es una memoria borrada. En cambio, perdonar lo que no podemos olvidar crea una nueva forma de recordar. Transformamos la memoria de nuestro pasado en una esperanza para nuestro futuro”.-Lewis B. Smedes.
“Sabrás que comenzaste a perdonar cuando pienses en los demás y sientas la necesidad de desearles el bien”.-Lewis B. Smedes.
¿Perdonas y Olvidar?
Como curar las heridas que no nos merecemos o que asumimos no merecernos.
El autor narra por medio de varias historias copiladas antes de escribir el libro que el perdón consta de cuatro partes:
primera parte: las cuatro etapas del perdón
segunda parte: perdonar a la gente difícil
tercera parte: como perdonar
cuarta parte: los motivos del perdón
En algún momento de la lectura el libro se volvió repetitivo, a final termine entendiendo que para adquirir un conocimiento nuevo debemos repetir, repetir y más repetir. Quizás esa era la intención del autor, aparte de las repeticiones es una lectura rápida.
Cuando perdonas totalmente es mucho más fácil reconciliarse. Lo mejor es esforzarnos por renovar la amistad con la persona que nos hizo daño, pero cuando el ofensor no está arrepentido, la reconciliación es difícil o no aconsejable.
Al final (para mi) entendí que perdonar no incluye reconciliación. Solo cada uno de nosotros sabemos lo que significa reconciliarse, cada caso es diferente. Puede ser un miembro familiar, un amigo, en fin. Pero el saber que no necesitaba reconciliarme me dio mucha paz. Quizás por el hecho de que vengo de una familia bastante religiosa donde el perdón es similar a volvamos donde quedamos.